WASHINGTON (AP) — Durante casi un año fue el show de Donald Trump. Ahora el presidente de Estados Unidos Joe Biden convoca a los principales científicos y expertos en salud pública del país a informar periódicamente a la ciudadanía sobre la pandemia que ha cobrado más de 425.000 vidas.

A partir del miércoles, los expertos realizarán conferencias tres veces por semana sobre el estado de la pandemia, la campaña para controlarla y la carrera para ponerle fin mediante vacunas y terapias.

Será un agudo contraste con las conferencias del gobierno anterior, cuando los funcionarios de salud pública se veían desautorizados reiteradamente por un presidente que no vacilaba en presentar sus ideas infundadas.

“Traeremos a los profesionales a hablar sobre el COVID sin tapujos”, dijo Biden a la prensa el martes. “Las preguntas de ustedes las manejaremos así porque la ciencia volverá a tener la palabra”.

Las nuevas conferencias, a una semana de iniciado el mandato de Biden, pretenden ser un rechazo explícito del enfoque de su predecesor hacia la crisis de salud.

El presidente Donald Trump ocupaba el centro de la escena y entorpecía el mensaje de los expertos en los días iniciales cruciales del virus y acabó por amordazarlos a medida que aumentaba la cifra de muertes.

Biden pretende recrear la confianza pública en las instituciones, particularmente las del gobierno federal, con el compromiso de dar las malas noticias junto con las buenas.

“Siempre les informaré de manera franca sobre la situación”, dijo el martes, reiterando una promesa central de su discurso de investidura.

Es difícil exagerar la importancia de esto para Biden, cuyo éxito como presidente depende del manejo de la pandemia y la campaña de vacunación más grande de la historia mundial.

Biden quiere que la población exhausta retome las medidas de distanciamiento social y el uso de la mascarilla, señalando los modelos científicos según los cuales con ello se salvarían 50.000 vidas en los próximos meses. Ha insistido en que los funcionarios de su gobierno sean modelos de conducta para el país.

Esos mensajes tenían escasos promotores en el gobierno anterior, en la medida que Trump desdeñaba los consejos de los científicos. En sus actos de campaña había escasas mascarillas y casi ningún distanciamiento social.

En las semanas que precedieron la investidura de Biden, Estados Unidos batió récords de casos y muertes casi día por día, mientras muchos estados volvían a imponer costosas restricciones para frenar el contagio, pero Trump bloqueó el acceso de sus principales científicos a los medios y seguía difundiendo su desinformación.