Después de la victoria del domingo sobre los Seahawks, Allen tiene a los fanáticos de los Bills hablando del Super Bowl por primera vez en dos décadas.

De cara a la Semana 9, los Buffalo Bills eran un enigma. ¿Fueron más el equipo que comenzó 4-0 con el entonces candidato a MVP Josh Allen? ¿O más el que se estrelló en todos los ámbitos y dividió sus dos últimos juegos, incluidas las derrotas ante Kansas City y Tennessee (y una casi derrota ante Nueva Inglaterra en la Semana 8)? Quizás los Bills eran como muchos equipos de la NFL que se ven como gigantes cuando juegan contra los Jets y como peatones cuando se enfrentan a los Chiefs.

Cualquier teoría de los Bills rondando el promedio fue destrozada el domingo cuando aplastaron a los poderosos Seattle Seahawks 44-34 en un juego de declaración que no estuvo tan cerca como parece el marcador.

A pesar de estar en casa, los Bills se fueron como perdedores por tres puntos. Después de todo, Seattle promociona al actual MVP / sobrehumano Russell Wilson y, a pesar de algunas lesiones, se suponía que tendría una defensa mejorada con el regreso del profundo Jamal Adams y la incorporación del ala defensiva Carlos Dunlap.

El entrenador en jefe de los Bills, Sean McDermott, y el coordinador ofensivo Brian Daboll tenían su propia bolsa de trucos, comenzando con un plan de juego magistral. Daboll dijo que era un juego hermoso que comenzó y terminó incendiando la todavía lamentable secundaria de Seattle. Allen comenzó el juego con ocho pases seguidos antes de una carrera, la mayoría de ellos lanzamientos rápidos o guiados por su físico y habilidad para disparar dardos en todas direcciones. En lo que pareció un abrir y cerrar de ojos, los Bills tomaron una ventaja de 17-0 en el primer cuarto y nunca se rindieron (una afirmación que casi nadie que se haya enfrentado a Seattle pueda hacer de manera creíble). Daboll merece mucho crédito por permitir que su ofensiva continúe pegándose a la secundaria de Seattle y evitando cualquier apariencia de equilibrio.

El entrenador en jefe de los Seahawks, Pete Carroll, admitió no estar preparado para el ataque aéreo de los Bills. “Estos muchachos ni siquiera intentaron correr el fútbol hoy. No esperábamos que eso sucediera ”, dijo. “No pensamos que abandonarían por completo el juego terrestre. Teníamos un plan realmente bueno sobre cómo lo iban a ejecutar. Tenemos que poder adaptarnos mejor ”.

Si Seattle hubiera hecho ajustes en el juego, tal vez sería una historia diferente, pero eso nunca sucedió. Incluso Zach Moss, el principal corredor de Buffalo en el día, tuvo más yardas en el aire (30) que en el suelo (18). Allen terminaría el día con 415 yardas espectaculares, tres touchdowns y sin intercepciones. Y tal vez solo tal vez volvió a ingresar a la carrera por el MVP con Wilson, el presunto líder, mirando.

Mucho más allá de lo que está en juego por vencer a uno de los gigantes de la NFL, este juego tenía un significado más profundo para Allen. McDermott reveló a los periodistas que Allen perdió a su abuela el sábado por la noche. McDermott dijo que sabía que su jugador sería emocional pero también centrado en el láser. “Mira Josh, es un tonto duro”, dijo.

Los 44 puntos de Buffalo son lo máximo que los Bills han anotado con McDermott y lo más permitido por Seattle durante la era de Pete Carroll. La defensiva de Buffalo también hizo lo impensable y evitó que Wilson rescatara a su equipo. Por supuesto, Wilson mostró su habilidad para escapar en algunos lugares y lanzó un par de arcos de arco iris perfectos en el campo. Logró terminar con 390 yardas aéreas. Pero la defensiva de Buffalo nunca dejó de presionar y nunca aflojó su sólida cobertura secundaria. Los Bills tenían muchas estrellas defensivas pero ninguna tan merecedora y, francamente, aliviado como el apoyador AJ Klein, quien había sido difamado durante toda la temporada. Klein dominó el domingo con cinco tacleadas en solitario, un pase defendido, cuatro hits de mariscal de campo y dos capturas, incluido este sellante del juego que induce el balón suelto.

Hay victorias distintivas y victorias generacionales. Cuando has tenido el oscuro pasado reciente de un equipo como Buffalo, esta victoria, a pesar de ser de mitad de temporada, cae debajo de la última.

Los Bills ahora se ubican bastante en 7-2 por primera vez desde 1993. Están en la cima de la AFC Este no por defecto, no como un marcador de posición hasta que Tua Taglovailoa obtenga más experiencia o los Patriots se reconstruyan. La cultura en Buffalo ha cambiado de manera significativa. Están diseñados para vencer a los mejores de la NFL ahora y están preparados para el éxito en los próximos años.